Queridos meditadores, este artículo es para ustedes.
Sea que estás utilizando alguna práctica contemplativa, tal como la meditación tradicional, o que estás interesado en comenzar tu jornada, esta entrada explica cuatro diferencias importantes con las Aventuras Mentales.
Ya sé que en algunos casos, la terminología empleada para explicar lo que es la meditación es complicada y posiblemente confusa; por eso he simplificado los conceptos expresados en esta entrada de nuestro blog.
Dado que las Aventuras Mentales son una grabación donde un conductor narra unas escenas, que el participante sigue utilizando la creatividad e imaginación de su mente, el contenido de estas cuatro comparaciones presume la existencia de un modelo de meditaciones guiadas.
Enfoque pasivo versus interacción activa
A diferencia de la meditación tradicional investida de un enfoque pasivo durante el desarrollo de la experiencia, las Aventuras Mentales interactúan dinámicamente con la mente del participante.
En la medida que las Aventuras Mentales trascurren, la narración de esta, te presenta una serie de escenas cuyos detalles son coloreados por la creatividad y la imaginación de la mente subconsciente, creando un espacio maravilloso parecido a los de un sueño controlado.
En medio de la interacción entre la mente y el desarrollo de las escenas de cada aventura, se manifiestan claramente los deseos más íntimos y se incrementa la sabiduría interior, trayendo como beneficio una sensación de paz y bienestar.
La personalidad no es una barrera
En lugar de considerar la personalidad como una barrera para la comunión íntima con el Ser Superior, las Aventuras Mentales estimulan la aceptación de quiénes somos, utilizando nuestras virtudes como herramienta para acercarnos a los confines de la paz que se disfruta en la fuente creadora del universo.
En las Aventuras Mentales partimos del principio de que todos nuestros sufrimientos, temores, errores y debilidades, son la oportunidad ideal para mejorar como seres humanos y aumentar nuestro nivel de consciencia.
Cuanto más agradecidos estemos con lo que hemos aprendido en el trascurso de nuestra vida, más integrados vamos a estar con la luz de nuestro Ser Superior.
La conexión con la fuente creadora del universo, es de doble vía
La meditación tradicional en muchas oportunidades, tiende a promover el desarrollo de una conexión unilateral con nuestro Ser Superior, mientras la expresión del individuo toma un papel pasivo, para no interferir en el proceso.
En las Aventuras Mentales nos comunicamos con la fuente creadora del universo en doble vía.
Tanto expresamos nuestros deseos más profundos, nuestros anhelos y sentimientos íntimos, como recibimos de nuestro Ser Superior su luz y su amor, que se manifiestan en el mundo físico a través de los sentidos espirituales, de los milagros, de las coincidencias.
En las Aventuras Mentales aprendemos a crear más vida para nosotros, más vida para nuestros seres queridos y más vida para la creación. Y de la misma forma, la fuente creadora del universo escucha nuestros deseos y nos ilumina con su sabiduría y su amor, expandiendo la vida.
El silencio de la mente versus la excitación de los sentidos espirituales
A diferencia de muchas prácticas contemplativas, como la meditación tradicional, las Aventuras Mentales van más allá de colocar la mente en silencio y disfrutar la magia del ahora.
El contenido dinámico y variado de las Aventuras Mentales, nos preparan para ejercer una vida activa en la sociedad, cualquiera que sea la función en la que estamos participando.
A través de la exaltación de los sentidos espirituales, tales como la intuición, la inspiración, la iluminación, la creatividad y la clarividencia; las Aventuras Mentales nos integran con la expresión divina de nuestro Ser Superior, elevando la pureza de nuestros sentimientos y la calidad de nuestras acciones.
Conclusión
A diferencia de las meditaciones guiadas tradicionales, las Aventuras Mentales son una experiencia dinámica, donde nos comunicamos en doble vía con nuestro Ser Superior, exaltando los sentidos espirituales y fabricando una nueva expresión de nosotros mismos.
