Conversando con Laura el primer día de 2024, me contaba cómo esa mañana, al verse en el espejo, había reflexionado sobre cómo su rostro reflejaba todo el maltrato emocional y físico que su cuerpo había sentido durante el año anterior. En ese reflejo se mezclaban la resignación y a su vez el deseo de cambio. Las palabras de Laura me permitieron no solo visualizar su rostro, sino un espejo de nuestras propias luchas y anhelos.
Los negocios habían exigido mucho de ella, y aunque el sabor del triunfo endulzaba sus días, estaba pagando el precio del esfuerzo con su salud física y mental. Un día colapsó en su oficina, la llevaron a emergencia y posteriormente los doctores le informaron que debía atender su salud so pena de sufrir una condición grave que podría limitar sus movimientos por un largo período.
Las últimas páginas del calendario habían caído, llevándose consigo otro año de promesas incumplidas sobre su bienestar. Me contaba de las mañanas en las que había pospuesto su meditación, los días en los que había ignorado su rutina de ejercicios, todo por culpa del bendito trabajo que había sido más importante que su salud mental y física.
Pero algo en esa mañana fría y nublada, tal vez la compañía de una soledad estruendosa o el reproche silencioso de su propia mirada, le dio la inspiración para tomar una nueva resolución para el 2024.
Ahí, en la intimidad de su hogar, Laura decidió que el 2024 sería el año en el que comenzaría un nuevo hábito de vida que perduraría para siempre. Era más que una resolución; era un cambio en su estilo de vida.
Estaba decidida a cuidar su mente y su cuerpo antes que cualquier otra tarea. Sin embargo, tenía miedo de no tener la determinación para mantener esa decisión con el paso de los días. Por eso me llamó, para encontrar algunas ideas de cómo lograr este objetivo.
La historia de Laura no es única. Como ella, muchos de nosotros nos enfrentamos a la encrucijada de sacrificar nuestro bienestar en aras del éxito profesional o de las exigencias cotidianas.
Después de un interesante intercambio de preguntas y respuestas, la mayoría relacionadas sobre como medir el progreso de la meta, como crear las condiciones para mantenerla a través del tiempo y como festejar la consecución de esta, les comparto algunas de las conclusiones.
Definiendo la meta con claridad
La meta debe ser medible, alcanzable y estar ubicada en un momento específico en el tiempo. Para ello elegimos escribir dos metas por separado.
La primera meta dice:
"Disfruto de una mente activa, una gran claridad mental, creatividad e intuición; a partir del 1ro de Abril del 2024, y lo simbolizo atendiendo la reunión mensual de mi club de lectura.
Para lograr esta meta me comprometo a incluir las ingredientes necesarios en mi dieta para mantener la salud de mi cerebro, a practicar 3 horas de Aventuras Mentales a la semana, a leer un libro interesante cada mes y desarrollar una nueva actividad artística."
La segunda meta dice:
"Mantengo un peso de 132 libras y un índice de masa muscular adecuado para mi estatura; y al mismo tiempo practico 4 sesiones semanales de Spinning, de una hora cada una; a partir del 1ro de Mayo del 2024.
Para lograr esta meta me comprometo a seguir las recomendaciones de un nutricionista profesional para mantener una dieta saludable, a hacerme presente al menos 4 veces a la semana en el gimnasio, y a dormir 8 horas de calidad cada noche."
Estas metas son medibles, están ubicadas en el tiempo, y tienen una forma clara de evaluar que han sido logradas y si se mantiene su logro a través del tiempo.
Creando un plan sostenible
Ante el compromiso de cumplirlas, Laura va a escribir cuales serían las metas intermedias, totalmente viables, que serían conducentes al logro de la gran meta. De esa forma puede empezar a su propio ritmo, y avanzar progresivamente hasta alcanzar su objetivo.
Al mismo tiempo, este plan le permite establecer un balance con sus actividades personales y profesionales.
El compromiso y el apoyo
Al momento de escribir este artículo, Laura se encontraba en el proceso de elaborar su mapa del éxito, donde escribiría las metas y una imagen que represente a cada una. Una vez completada su cartelera, Laura va a visualizar las metas ya cumplidas en el futuro, a través de la práctica de las Aventuras Mentales.
También decidió organizar un grupo de apoyo con algunos amigos, que se reunirá una vez al mes a compartir sobre el desarrollo de las metas, sus retos y sus logros.
Dentro de las responsabilidades de ese grupo se encuentra la celebración de los pequeños éxitos, que son como peldaños para la consecución de la meta grande. Aún no tengo los detalles de cómo van a celebrar.
Conclusión
El compromiso de Laura de cuidar su mente y su cuerpo en 2024 es más que una resolución de año nuevo; es una decisión valiente que la pone en el camino hacia una vida más equilibrada y saludable. La jornada que ahora inicia implica una metamorfosis en su estilo de vida, que disfrutará para su bienestar por siempre.
Al igual que Laura, todos tenemos la capacidad de tomar decisiones que transformen nuestras vidas para bien. Este año, te invito a unirte a ella en este nuevo compromiso, recordando que el cuidado personal no es un lujo, sino una necesidad.
De nada sirven todos los logros materiales, si perdemos la salud y la percepción de una vida feliz.
Que el 2024 sea el año en que todos decidamos poner nuestra salud mental y física en primer lugar.
